Un reciente estudio longitudinal ha revelado que la exposición a espacios verdes está asociada con una disminución en el riesgo de anormalidades en el electrocardiograma (ECG), lo que resalta la importancia de la planificación urbana que incluye zonas verdes. Aunque investigaciones previas han demostrado que el contacto con el entorno natural beneficia la salud cardiovascular, pocas se han enfocado en resultados de salud subclínicos tempranos, como las anormalidades en el ECG.
El estudio, basado en datos de la Encuesta Nacional de Detección de Accidentes Cerebrovasculares en China (2013-2019), incluyó 132,108 visitas de 61,029 participantes que tenían al menos dos mediciones de ECG. Se utilizó el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) para evaluar la exposición mensual a espacios verdes. Los resultados mostraron que un incremento de 0.1 unidades en el NDVI se asoció con una disminución del 3.0% en el riesgo de anormalidades en el ECG, siendo este efecto más pronunciado en áreas urbanas, donde la reducción alcanzó el 14.81%.
Los hallazgos sugieren que incrementar la exposición a espacios verdes podría ser beneficioso para la salud cardiovascular, lo que implica que la provisión y el mantenimiento de estos espacios deberían ser considerados intervenciones de salud pública cruciales en el desarrollo urbano.
Fuente: Centro Nacional de Información Biotecnológica, EE.UU.