Endometrio engrosado o hiperplasia endometrial

Visualiza tu útero como un jardín que se florece cada mes para recibir la semilla (un óvulo fecundado). El endometrio, esa capa interna suave, tupida, es todo el terreno fértil de ese jardín. Normalmente, crece y se engrosa en la primera mitad del ciclo de la menstruación, porque se prepara para alimentar a un bebé que quizás no llegue. Sin embargo, a veces este crecimiento se descontrola, como si tu jardín se había inundado y las plantas crecen de forma «salvaje».

Pero, ¿por qué se da eso? Puede haber muchas causas: desequilibrios hormonales, ciertos estados de salud… Todo ello hace que se engrose un endometrio más de lo habitual, con sus correspondientes síntomas: sangrados irregulares, dolor pélvico o incluso infertilidad. Y, aunque pueda parecer uno de esos síntomas muy alarmantes, debes saber que muchas mujeres menstruantes lo padecen y que existen tratamientos.

¿Qué es la hiperplasia endometrial?

Tal como se ha comentado anteriormente, se trata de un tipo de anomalía que se produce cuando se da un engrosamiento del endometrio. Esto puede ocasionar, hemorragias irregulares, dolor en la pelvis, o también puede provocar un cáncer de endometrio, por lo que se hace prácticamente ineludible tanto detectar cómo tratar la alteración precozmente porque esto previene que en un determinado grado se puedan producir complicaciones a largo plazo.

No está de más indicar que la importancia de practicar un buen diagnóstico se palpa, pero a la vez observamos como muchas mujeres no tienen la información adecuada en relación con cuáles son los síntomas y/o las consecuencias del mismo.

Tipos de hiperplasia endometrial

Existen diferentes tipos de hiperplasia endometrial, identificarlas es vital para determinar el riesgo y el tratamiento adecuado.

  1. Hiperplasia simple sin atipia: Se presenta el crecimiento de las células endometriales, pero no afecta a la totalidad del endometrio. Es la forma menos grave y tiene bajo riesgo de progresar a cáncer.
  2. Hiperplasia compleja sin atipia: Afecta el crecimiento del endometrio de manera desorganizada, pero sin cambios atípicos. Aumenta el riesgo en menor medida que otras formas.
  3. Hiperplasia simple con atipia: Las células muestran algunos cambios anormales, elevando el riesgo de cáncer.
  4. Hiperplasia compleja con atipia: Las células presentan atipia más marcada, con mayor probabilidad de malignidad y necesidad de tratamiento agresivo.

Causas y factores de riesgo

Factores que pueden producir riesgo y causas. La causa desencadenante, así como el inicio de la hiperplasia podría ser el equilibrio hormonal, lo que viene a ser, específicamente, un exceso de estrógenos frente a la progesterona. Hay muchas formas en las cuales se puede desencadenar el desequilibrio entre estas hormonas, lo que afecta indirectamente a este diagnóstico.

  • Terapia Hormonal: La combinación de las hormonas puede ser un considerable tratamiento de riesgo. De esta manera, si a la mujer solo se aplica el estrógeno, de igual manera que ocurre en el caso de la menopausia, tendrá un factor de riesgo mayor en la hiperplasia que en este tratamiento con ambas.
  • La obesidad: el exceso de tejido adiposo provoca el incremento de la producción de los propios estrógenos, ya que el tejido adiposo convierte de forma endógena alguna de las hormonas en estrona y como total de esto se puede ver una estimulación endometrial durante varios ciclos.
  • Ciclos no regulares o no ovulatorios: Las mujeres con ciclos menstruales irregulares o con ovulación irregular, como en el caso del síndrome de ovario poliquístico, pueden favorecer tal desestabilización entre las hormonas por las mismas causas.
  • Edad y menopanusia: La menopausia supone un mayor riesgo de padecer hiperplasia por la finalización de la actividad sinusal y los ciclos hormonales, y, sobre todo y muchas veces, con una disminución de la progesterona, con un efecto de persistencia de los estrógenos.
  • Diabetes y resistencia a la insulina: La resistencia a la insulina y los niveles de diabetes nos presentan una serie de interrogantes que hemos de relacionar a buen seguro tanto con hormonas como con el metabolismo de los lípidos.
  • Antecedentes de cáncer extra-uterino: A la persona con antecedentes en la familia de cáncer extra-uterino o colon le resulta elevado el riesgo de tener hiperplasia.

Síntomas de la hiperplasia endometrial

Una de las características es que, en sus primeras fases, puede aparecer con una falta absoluta de síntoma.

Con la evolución de la patología, pueden ir areciendo una serie de síntomas como:

  • Sangrado uterino anómico: este es el signo más común. Las mujeres enfermas refieren menstruaciones de mayor duración, sangrados en los intermenstrual o menstruaciones excesivamente abundantes.
  • Sangrados tras la menopausia: cualquier sangrado, a pesar de que sea leve, que se presente tras la menopausia debe ser considerado como inusual y ser objeto de estudio médico.
  • Dolor en la pelvis: puede llegar a aparecer dolor pélvico muy raramente. 
  • Anemia: Para un mayor sangrado se acompaña de descensos de los niveles de hemoglobina, que se concretan por el cansancio, la debilidad y la palidez de la piel.

Si usted presenta alguno de estos signos, acuda al profesional para ser evaluada, ya que no todos esos signos impliquen una hiperplasia del endometrio, sí pueden ser síntomas de otro tipo de patologías graves.

Diagnóstico de la hiperplasia endometrial

Para confirmar el diagnóstico de la hiperplasia endometrial se utilizan diferentes métodos: a partir de exámenes físicos, estudios de imagen hasta obtener la analítica de los tejidos. Siendo las más utilizadas:

  • Ecografía transvaginal: Si existe la sospecha de engrosamiento del endometrio, se inicia el estudio con la ecografía transvaginal. Esto se debe al hecho de que es útil para medir la medida del endometrio, para demostrar anomalías. Los pacientes que presentan un endometrio más grueso del que se considera de normalidad, sobre todo cuando son postmenopáusicas, tienen una probabilidad más alta de poseer hiperplasia más importante.
  • Biopsia endometrial: Este consiste en el método diagnóstico definitivo. Consiste en obtener una pequeña muestra del tejido endometrial para su observación visual con un microscopio. Este estudio permite no sólo diagnosticar hiperplasia, sino que, lo que es mucho más importante, diagnosticar si existe atipia o células precoces de un cáncer.
  • Histeroscopia: A veces se le añade este procedimiento, que consiste en observar el útero utilizando cámara. También se puede obtener biopsias directas a partir de este procedimiento.
  • Curetaje uterino: Si no se ha obtenido la biopsia que confirme el diagnóstico o se han obtenido muestras no adecuadas se practica el curetaje (raspado del endometrio) para obtener la muestra para su estudio.

Tratamiento de la hiperplasia endometrial

Los tratamientos de la hiperplasia endometrial se regularán por el tipo de hiperplasia (con atipia o sin atipia), dependiendo de la intensidad de los síntomas que presente la paciente y su deseo reproductor. Entre tratamientos de uso habitual están:

  • Tratamiento hormonal: se usa en casos sin atipia, se basa en el uso de progestágenos, o análogos de la progesterona sintética, que permiten contrarrestar el efecto de los estrógenos y el engrosamiento del endometrio; pueden ser en forma de píldoras, inyecciones o dispositivos intrauterinos que administran las hormonas en la cavidad uterina.
  • Histerectomía: en casis más graves de hiperplasia con atipia o donde hay un alto riesgo de padecer cáncer. Aplica cuando los tratamientos alternativos no han tenido resultados.
  • Control: Ben los casos de hiperplasia no atípica, se podría incluso proponer el control y no los tratamientos realmente, realizar biopsias periódicas huyendo de la progresión de la enfermedad cuando no se evidencian alteraciones de la hiperplasia.

Hiperplasia endometrial y la fertilidad

Imagina el endometrio como el nido donde el bebé podrá ser implantado. Si tienes hiperplasia, es que este nido va a estar “desorganizado” o muy grueso; es decir, que le va a costar al embrión adherirse correctamente, como si el nido fuera demasiado grande o estuviera hecho con material no apto.

¿Qué significa esto para mi fertilidad?

No necesariamente un diagnóstico como este significa que no podrás quedar embarazada, pues se da la posibilidad de la existencia de hiperplasia de bajo grado y cuya detección es temprana, además de que existe un buen número de mujeres que consiguen quedarse embarazadas sin complicaciones.

En lo que respecta a las mujeres con hiperplasia severa en presencia de síntomas, esto se torna más complicado para que haya una implantación del embrión e incluso podrían ser necesarios tratamientos agresivos como la extirpación del útero si la mujer no responde al tratamiento conservador.

¿Qué puedo hacer?

Lo más importante es que hables con tu ginecólogo/a. Debes hablar en este sentido para que pueda valorar tu propio caso y pueda darte las mejores opciones que hay de tratamiento.

¿Hay tratamientos para favorecer la fertilidad?

Sí, existen terapias hormonales, sustancialmente con progesterona, que pueden ayudar a regular el endometrio y a prepararlo para una gestación.

¿Qué tengo que tener presente?

Según la gravedad de la hiperplasia y tu edad, así como el deseo o no de quedarte embarazada, puedes tener bastantes cosas a favor o no a la hora de la gestación. Debes informarte y participar en la decisión sobre tu salud.

Recuerda: cada mujer es distinta y cada caso también lo es. Debes buscar ayuda por parte de la especialista para ser bien informada y para poder encauzar este proceso.

Prevención de la hiperplasia endometrial

La prevención está en mantener un equilibrio hormonal y adoptar hábitos de vida que favorezcan la salud general.

  1. Mantener un peso saludable.
  2. Hacer ejercicio regularmente
  3. Monitorear la terapia hormonal.
  4. Tratamiento del síndrome de ovario poliquístico (SOP).
  5. Uso de anticonceptivos.
  6. Chequeos regulares.

Mitos y realidades acerca de la hiperplasia endometrial.

la inseguridad y las dudas son más que habituales, ya que hay tantos mitos alrededor de la hiperplasia…¡Pero tranquilo/a, ya que voy a resolver tus dudas y a explicarte de qué va y cómo puede afectar a su salud!

Mito 1: la hiperplasia “¿Significa que tengo cáncer?”

¡De ninguna manera! Si bien existen tipos de hiperplasia que incrementan un poco el riesgo de padecer cáncer, la mayoría de la hiperplasia es resuelta de forma fácil. Puedes imaginarte la hiperplasia como una pequeña advertencia de que pasa algo en tu útero, pero si actúas, esto se resolverá sin problemas, ¡no te sulfures!

Mito 2: “¿Necesito una cirugía para curarse?”

¡De ninguna manera! La cirugía o histerectomía, es decir, la cucaracha del útero es solo un tipo de tratamiento para la hiperplasia, pero no es el único. La mayoría de veces, uno de los tratamientos hormonales logrará controlar perfectamente la hiperplasia, así que, ¡no temas, hay muchísimas posibilidades!

Mito 3: “Si me sangra mucho entonces tengo la hiperplasia?”

¡No! Bueno, porque una abundante cantidad de sangre puede tener muchas causas que no tienen que ver con hiperplasia fibromas o pólipos, etc. Por lo que, si observas algo raro en tus menstruaciones, ve a tu ginecólogo/a y hazte una prueba de calidad.

Recuerda que cuando tengas la hiperplasia no significa que te vas a morir. Obtén la información necesaria y siéntete menos ansiosa.

La importancia del apoyo emocional y psicológico

Recibir un diagnóstico de hiperplasia endometrial puede resultarte muy dificil. Es natural que te asalten sensaciones de ansiedad, miedo e incertidumbre. A veces puede incluso llegar a experimentarse un cierto grado de temor por si las cosas acaban empeorando… ¡Pero no olvides que no estás sólo/a en esto!

Además del tratamiento médico, cuidar la salud emocional también es muy importante. Cuando enfrentamos una problemática de salud (en este caso, los problemas ginecológicos), es bastante natural que el estado de ánimo se vea afectado. Ansiedad, estrés y preocupación de ser lo que la gente experimentamos.

Hablar con alguien puede ser una buena ayuda. Puede ser un profesional de la salud mental, tu médico de cabecera, o quizás una buena amiga. Expresar lo que sientes te hace sentir más comprendida/asistida. Un grupo de apoyo puede ser incluso un lugar seguro donde conectar con otras mujeres en la misma situación.

La información es poder. Cuanta más información tengas y más la compartas sobre la hiperplasia endometrial en ti, mayor control sentirás sobre la situación. De la misma forma, apoyarte en la gente que te quiere y que te apoya también te dará la fuerza para batir este reto.

No te olvides, estás haciendo bien al buscar ayuda y apoyo. Con el paso del tiempo y haber podido realizar las adecuaciones necesarias, esta crisis también pasará.